Los vidrios de la cocina
están empañados
El remisero tenía razón
Los días de lluvia son tristes
y los vidrios empañados
muestran un reflejo tétrico del mundo
Siempre cuentan esa historia de mi tío,
de cuando era pequeño y vivían en Irlanda
Siempre veía un Castillo en una montaña
pero lo días de lluvia
desaparecía tras la neblina
y él creía que el Castillo
se volvía invisible
o se desvanecía por un largo,
largo tiempo,
y le daba miedo
esa cosa inestable del mundo,
le daba miedo
que las cosas desaparecieran de pronto
Estoy en la cocina
y no veo nada detrás del vidrio,
como si la ciudad hubiera desaparecido
o el camino se hubiese vuelto ausente
Lo días de lluvia son tristes,
por eso,
porque nos recuerdan que las cosas
desaparecen de pronto
están empañados
El remisero tenía razón
Los días de lluvia son tristes
y los vidrios empañados
muestran un reflejo tétrico del mundo
Siempre cuentan esa historia de mi tío,
de cuando era pequeño y vivían en Irlanda
Siempre veía un Castillo en una montaña
pero lo días de lluvia
desaparecía tras la neblina
y él creía que el Castillo
se volvía invisible
o se desvanecía por un largo,
largo tiempo,
y le daba miedo
esa cosa inestable del mundo,
le daba miedo
que las cosas desaparecieran de pronto
Estoy en la cocina
y no veo nada detrás del vidrio,
como si la ciudad hubiera desaparecido
o el camino se hubiese vuelto ausente
Lo días de lluvia son tristes,
por eso,
porque nos recuerdan que las cosas
desaparecen de pronto
No hay comentarios:
Publicar un comentario