martes, 11 de noviembre de 2008

En que andamos y Simulacro 2


Queridos lectores , les cuento como viene la mano en este cercano fin de año.
La presentación de Frío fue muy linda, hubo una gran concurrencia, música amena, vinitos y muy buena vibra. Gracias a todos por el apoyo y la buena onda. Ando rastreando fotos para mandarles, por ahora tengo solo la de un encorvado anfitrión que no pienso mostrar.
Por otro lado, ando corrigiendo la parte 3 de "como las pequeñas olas..." porque las lecturas que recibí de las dos primeras partes me hicieron cambiar muchas cosas y mejorar muchas otras. Paciencia que en breve les muestro.
Si pueden entrar a http://www.comiqueando.com.ar/ verán que en los premios Dani the Oro, nuestra antología de historietas "TRAICION" está nominada como posible MEJOR EDICION DE HISTORIETA ARGENTINA ACTUAL/ DRAMA. Si nos quieren dar una alegría entren y voten por nosotros.
Y les dejo dos cosas:
Una imagen de CAMBALACHE, la novela gráfica que estamos haciendo con Guillermo Lizarzuay y otra parte de la obra de teatro que tengo lista y aburrida en un cajón. Pueden encontrar la entrega anterior haciendo click.

Escena III:

Por la ventana se asoma el vecino. Lleva puesta una máscara.
Vecino: Perdón, ¿Tendría un televisor para prestarme? Empieza una serie nueva y no tengo dónde verla.
La escena se congela
Alejo: Solo quería romper este triste cascarón. Esta inmunda corteza que se gasta lentamente, tan lentamente que me hace sentir que vivo demasiado, que vivo mal, que todavía nací siquiera. Como que me muevo a destiempo, de acá para allá pero acá y allá todavía no son. Me muevo de nada a nada. No me muevo. Estoy perdido en la inactividad de este cascarón, que no se mueve más que del pie a la cabeza, tan poco, tan mezquino.
La niña empieza a cantar. La escena sigue congelada.
Alejo: Tengo una familia perfecta. Una mujer que no siente (por la muñeca) y una hija que no habla. He sido un gran padre. Si al menos tuviera un tímpano. Qué ruiditos, qué conciertos. Pero ni siquiera eso, ni siquiera el consuelo de una melodía simple. (Se pone el arma en la nuca. Alejo está por disparar. La nena canta una canción fuerte y la mujer empieza a reirse) ¡Basta! ¡Malditas sean! ¡Dejenme terminar!
Mujer: Bueno, lo dejo con su familia. (Al vecino) Hasta luego.
Alejo: ¿No quiere cenar conmigo?
Mujer: ¿Por quién me toma?
Alejo: Sólo la invito a cenar.
Mujer: Se bien como terminan estas cosas. Empiezan por la panza y terminan en la entrepierna. ¡Hombres!, siempre piensan en comer y en fornicar. No le da vergüenza ser tan obvio. Ni se le ocurra usar el arma. Por suerte, tenemos un vecino de testigo. Usted es un cerdo inmundo que quiere alimentar sus deseos animales aprovechándose de mi pobre ingenuidad, de mi inocencia. Púdrase degenerado. (La mujer se retira ofendida)
Vecino (Irónico): Parece que no le va muy bien, ¿no?
Alejo: Y a usted que le importa.
Vecino: (Mirando a la nena que canta, luego a la muñeca) ¿dónde ha conseguido esa muñeca?
Alejo: Porque me mira así. Es sólo una muñeca. Nada más. ¿Entiende bien? Una muñeca.
Vecino: Sí, una simple muñeca que no es suya ¿Cómo la ha conseguido?
Alejo: ¿Usted esperaba una muñeca?
Vecino: Sí. Entenderá que no es algo que ando ventilando. Confío en su discreción, señor..., señor...
Alejo: Alejo Rañeski.
Vecino: Imposible, Alejo Rañeski soy yo.
Alejo: Parece entonces que Alejo Rañeski somos los dos... Y digame, por lo que veo ¿usted es amigo de ciertas libertades, ¿verdad?
Vecino: Hasta el momento 14.
Alejo: ¿14 muñecas?
Vecino: Esas no se conmutan, cerdo. 14 hijas. Ahora si es tan amable de acercarme mi muñeca.
La muñeca comienza a balancearse y la nena canta.
Vecino: ¿Va a darme o no mi muñeca?
Alejo: Olvídela de una vez. Ella es mía.
Vecino: Vamos, recapacite hombre. Acá ocurrió un error muy simple. Se han confundido de departamento puesto que ambos somos Alejo Rañeski... En fin, eso lo explica todo. Esa niña tiene mis mismos ojos. ¿Se la han mandado también?
Alejo: Mire, Cerdo, deje en paz a mi familia. ¿Me escuchó bien? No me gustaría que ocurriera una tragedia entre nosotros.
Vecino: Pues deberá matarme si no quiere perderlas. Ellas son mías y pienso demostrárselo (Sale ofendido)

Alejo se sienta en el cubo del principio. La luz se centra en él que queda mirando el arma mientras la niña y la muñeca quedan de espaldas al público.

Apagón




1 comentario:

Leandro Silva dijo...

hola como va!
je.. creo que decir que lujan fue algo decertico, creo que se queda corto!
...con respecto a lo del guion
yo no me destaco como guionista asique mis guiones son muy precarios asique seria un honor.

bueno saludos!
y nos vemos este viernes en el animate.

Leandro silva