lunes, 12 de abril de 2010

Pisadas

De repente, se dio cuenta que no sabía quién era ni el tiempo que hacía sentado sobre la arena buscando la difusa línea que separaba el cielo del mar en aquel oscuro horizonte.
A su derecha, huellas de un andar con dirección contraria a la orilla se perdían detrás de los medanos. Las siguió. Quizás el dueño de aquellas pisadas podría ayudarlo a orientarse.
Cruzó un bosque y desembocó en una casa. Abrió la puerta de entrada. A pesar de la oscuridad podía ver el sendero irregular de arena cruzando el living. Entró. La casa sin ser tenebrosa, tenía aspecto de estar abandonada hacía tiempo. En el pasillo, algunos resplandores pequeños delataban la presencia de astillas de vidrio en el suelo. Al final, un bulto se adivinaba confundido con la noche. El olor era feo y penetrante y un poco se disimulaba por el viento que entraba por las ventanas abiertas en el comedor.
Se acercó a la primera ventana y la cerró. Cuando estaba por cerrar la segunda, vio las huellas que nacían desde allí y se iban perdiendo en las sombras. Saltó por la ventana y comenzó a rastrear de nuevo a aquel andar. No sabía por qué, pero corría. Luego de un rato, llegó hasta el borde de la orilla. Se sentó a recobrar un poco de aire. El brillo débil de las estrellas lo distrajeron de su búsqueda y se quedó un rato mirando el cielo.
De repente, se dio cuenta que no sabía quién era ni el tiempo que hacía sentado sobre la arena buscando la difusa línea que separaba el cielo del mar en aquel oscuro horizonte.

1 comentario:

Minerva Pop dijo...

Olá, somos do minervapop.blogspot .com.

Está publicado em nosso blog um “post” sobre a revista Subversos, gostaria de convidá-lo para que deixasse sua opinião.
Um abraço,

Anselmo